Dilemas morales para alumnado de 3º y 4º de la ESO
Tema: "¿Qué es el ocio?"
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DILEMA 1
SKHOLÈ
Has ingresado
por tus propios méritos, no por enchufe. Que tu abuelo haya sido el ideólogo y
fundador de Skholè, la Sociedad del
Tiempo Libre, no significa que tú hayas sido aceptado en el proyecto piloto
por derecho de sangre. Ha sido un sorteo y el haber cumplido hace unos meses
los dieciocho años lo que te ha permitido entrar a formar parte del experimento
social del que llevas oyendo hablar, en tu familia, desde que tienes uso de
razón.
Las palabras
del abuelo, ya muerto, resuenan en tu memoria: “Primum vivere, deinde philosophare” o “Trabajemos menos para trabajar todos”. Su idea era muy simple: los
seres humanos necesitábamos el ocio para desarrollarnos y auto realizarnos
vitalmente. Las largas y extenuantes jornadas de trabajo impedían al ser humano
encontrar tiempo suficiente para informarse, para crecer intelectualmente, para
afinar su sensibilidad artística mediante el disfrute de la cultura o para
cultivar la amistad y las relaciones sociales. Resuena aún todo ello en tu
memoria, pese a estar muerto: “El trabajo
embrutece, el ocio nos eleva”.
Y ahora
resulta que eres tú quien va a poder vivir en esa república del ocio que es la Sociedad del Tiempo Libre, su más audaz
invención social. Con una Renta Universal de Ocio y con una jornada laboral de
cinco horas semanales: ¿Por dónde piensas comenzar? ¿Cómo quieres estrenar tu
mayoría de edad? ¿Te entregarás a la lectura de En busca del tiempo perdido? ¿Fundarás un periódico, un fanzine
cultural? ¿Montarás una ONG, un partido político, un grupo de investigación
científica?
Tales ideas se
desvanecen a la semana de instalarte en Skholè.
Los jóvenes que pueblan la comunidad no trabajan, es cierto, pero no por ello
andan menos embrutecidos. Por las noches se emborrachan, celebran con
multitudinarias fiestas el no tener que madrugar al día siguiente. Y por el
día, duermen, vegetan viendo la televisión y matan el tiempo sin hacer nada.
Cuando has interrogado a alguno de ellos te ha respondido con sarcasmos y
burlas: “¿Por qué iba a hacer todas esas
cosas con mi tiempo libre? ¡Ni que estuviera trabajando! ¡El ocio es para esto
mismo, para disfrutar de él y no hacer nada, no para convertirnos en esclavos
de nosotros mismos!”.
¿Quién tiene
razón, el abuelo o estos jóvenes hedonistas? Y sobre todo ¿Qué poner en el
informe que has de redactar dentro de un mes, cuando termine esta experiencia
piloto? ¿Defenderás el proyecto de tu abuelo: una Renta Universal de Ocio
orientada y supeditada a facilitar el crecimiento individual y el progreso
colectivo? ¿Abogarás, quizás, por una concesión incondicional de dicha Renta,
incluso si el ocio subvencionado se emplea en no hacer nada? ¿O enmendarás la
plana a tu abuelo, reconociendo que la
ociosidad es la madre de todos los males, que el trabajo dignifica al ser humano y que la Sociedad del Tiempo
Libre no es más que un sueño utópico irrealizable, inconveniente y destinado de
antemano al fracaso?
Lo que
redactes en dicho informe podrá determinar en el futuro las políticas públicas
de tu país, que es quien financia el “Proyecto Skholè”: ¿Has decidido ya cuáles serán tus conclusiones? ¿O
necesitas aún, para pensarlo bien, un poco más de tiempo libre?